MADRID.- Benzema y nada más. Ni nada menos. Pues buscaba el Real Madrid descongelarse después de mes y medio en la nevera del parón mundialista y lo consiguió en Valladolid. Aunque no sin esfuerzo, pues el equipo de Pacheta, bien plantado siempre sobre el campo, hizo que los blancos -ayer de negro- tuvieran que emplearse a fondo para llevarse los tres puntos. Y solo dos fogonazos de Benzema, uno de penalti, al final le salvaron del empate.
Una mitad de dos partes
Así, el partido arrancó con el respetuoso minuto de silencio a Pelé en el que Ronaldo Nazario, presidente del club vallisoletano, tuvo su cuota de protagonismo. Como también la tuvo a su manera Dani Ceballos, que fue la novedad en un once, el de Ancelotti, plagado de estrellas vestidas con camisetas de fútbol.
Y eso lo dejaron claro desde el primer momento dominando el juego y las ocasiones. La primera, aunque tímida, fue de Asensio que con un disparo de zurda probó los reflejos de Masip. La segunda, esta ya más seria, fue de Benzema, que hizo lo que no acostumbra: fallar. El francés tuvo un penalti en movimiento y lo mandó fuera. Y es que era un querer y no poder lo de los blancos -ayer de negro- en Zorrilla.
Así, el Real Valladolid también tuvo las suyas y se sacudió del agobio con un disparo de Aguado desde fuera del área que se colaba dentro hasta que Courtois voló para detenerlo. No había aparecido el belga hasta entonces pero quedó claro que eligió muy bien su momento. Las alas del portero fueron también las del conjunto local que hasta que se llegó al descanso se hizo con el pulso del partido acumulando un par de llegadas más.
Once metros
Ya tras el descanso, el guion siguió por el mismo cauce y mientras Benzema y Vinicius no dejaban de construir paredes en ataque sin rematar con el techo del gol, el Valladolid era más directo. Tanto, que Courtois dejó para la colección dos paradas más de auténtico ángel de la guarda. Una de nuevo a Aguado y otra espectacular a Sergio León.
El partido entonces entró en ese terreno en el que cada jugada es decisiva y esa cayó del lado del Madrid con un penalti a favor por mano de Javi Sánchez en un córner. Benzema, desde los once metros, no falló y puso al Madrid por delante a falta de seis minutos. Zorrilla echaba humo con Martínez Munuera que, además, expulsó a Sergio León. Los últimos minutos, de bronca, fueron neutralizados por otro gol de Benzema que terminó de dar la puntilla gracias a un gran pase de Camavinga con el que se cerró la última victoria del año.
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